En 1966 los gobiernos de la República Islámica de Pakistán y de la República Popular China inauguraban las obras de la autopista de Karakoram, que acabaría comunicando ambos países en 1986. Esta vía rápidamente se convirtió en un eje comercial entre los dos actores, pues era la única forma de comunicarlos de forma rápida y accesible todo el año, no como ocurría hasta entonces al bloquearse los pasos de montaña en invierno. Además Esto permitió que Islamabad conectase de forma casi directa con uno de los centros económicos de China, y al rodear la línea de control del Kashmir, también fue utilizada activamente como nexo militar durante las diferentes guerras entre Pakistán y China contra la India por el control de la región.
Cincuenta años más tarde de la inauguración de la autopista de Karakoram, el Corredor Económico China-Pakistán o CPEC, se convirtió en realidad, comunicando China con Gwadar, ciudad costera pakistaní en la que China está construyendo un puerto de aguas profundas, para utilizarlo como base civil y militar. El proyecto en consecuencia no solamente consiste en una infraestructura viaria que comunica dos puntos, Gwadar con China, sino que se trata de un proyecto de país que conlleva infraestructuras energéticas, viarias e incluso militares.
Estas infraestructuras energéticas vinculadas al CPEC son: centrales hidroeléctricas, centrales térmicas, centros de energía solar y campos eólicos. Las centrales hidroeléctricas son dos, ambas en construcción, la primera es el proyecto de la central de Suki Kinari, cercana a Abbottabad, y la segunda es la central de Karot, cercana a Islamabad. Su producción será de 870 MW la de Suki Kinari, y de 720 MW la de Karot, siendo ambas financiadas por China. Las centrales térmicas basadas en el carbón como combustible, y que producen cada una de ellas 1.320 MW, son las de Sahiwal, Muzaffargarh, Rahim, Thar, Gwadar y Port Qasim. Esta última está promovida con fondos qataríes, a diferencia del resto que son de capitales pakistaníes y chinos. Seguidamente la central solar de Bahawalpur, de capital pakistaní. Y Por último, los tres parques eólicos están situados en las proximidades de Hyderabad y Karachi.
El proyecto de gaseoducto Nawabshah-Gwadar comunicará el interior de Pakistán con el puerto de Gwadar. La transversalidad territorial en la proyección de la infraestructura energética crea la red necesaria para desarrollar el país más allá de las principales ciudades, y dotando a la república islámica de los medios que le son necesarios para hacer frente a los nuevos horizontes. El desarrollo energético promueve a su vez nuevos centros económicos, que estarán vinculados a nuevas vías de comunicación que ahora revisaremos.
Según los proyectos del CPEC, se construirán cuatro arterias que comunicarán el país de norte a sur, siendo una de ellas la que comunicará Kashgar, ciudad china de especial interés comercial, con Islamabad, capital de Pakistán. Desde allí saldrán las tres vías restantes que comunicarán Islamabad con Gwadar por el centro del país, otra que pasará por Peshawar – Quetta – Gwadar, y la última cercana a la India, que comunicará Islamabad, Faisalabad, Hyderabad y Karachi. Así se conectará la China con la costa, y al mismo tiempo articularán un tejido viario en todo el país, incluyendo zonas como la de la región del Beluchistán o las más montañosas. Es importante recordar que la ruta entre Islamabad y Kashgar, de la misma forma que la autopista de Karakoram, cruza la cordillera del Karakoram, en la que se encuentra el paso de Khunjerab a 4.693 metros de altura, que es el más alto del mundo pavimentado. Gran parte de este proyecto viario está actualmente en desarrollo, al igual que el corredor ferroviario entre Peshawar – Islamabad – Karachi, y el tramo de Havelian a la ciudad china de Kashi. Havelian es muy importante como nudo de comunicaciones puesto que se trata de un puerto de carga de mercancías muy cercano a Islamabad, por lo que ya en sí mismo, constituye una ciudad estratégica para el proyecto.
Un detalle de la envergadura del proyecto del CPEC lo encontramos en las comunicaciones telemáticas, pues existe la voluntad de comunicar China y Pakistán con fibra óptica, desde Khunjrab a Rawalpindi, un proyecto de 820 km que incluye cruzar el Karakoram y el Himalaya con fibra óptica. Y Según informa el gobierno de Pakistán, se espera que esté terminado en diciembre de este año. Sin olvidar destacar además que el proyecto piloto de emisión digital terrestre multimedia entre China y Pakistán fue un éxito.
En la ciudad costera de Gwadar, provincia del Beluchistán, se están llevando a cabo doce proyectos vinculados al CPEC, entre los que destacan: la nueva autopista que comunicará el puerto de forma óptima, puesto que actualmente el tráfico de la ciudad se ve afectado por la gran cantidad de camiones que entran y salen de las infraestructuras portuarias; un nuevo aeropuerto internacional en Gwadar (NGIA), en el que podrán aterrizar ATR 72, Airbus A-300, Boeing B-737 i B-747, para las rutas nacionales e internacionales. También se contempla la construcción de canales de atraque, así como el desarrollo de una amplia Zona Franca que terminará la primera fase de construcción a finales de este año. Además de afectar a infraestructuras nacionales, el proyecto también afecta las infraestructuras locales. La construcción de plantas de tratamiento de agua dulce, suministro y distribución de agua, la creación del Instituto Técnico y Vocacional de Gwadar, el desarrollo de la universidad de la ciudad o la construcción del Hospital de la Amistad Pakistán-China, son proyectos en proceso de desarrollo y construcción. Por último también destacar el desarrollo de la industria de la pesca así como la construcción de diferentes fundiciones de acero y petroquímicas en Gwadar.
La vertebración del Pakistán le aporta aquello que le pueda faltar, y lo sitúa en 2018 como un país a tener en cuenta, puesto que gran parte de los proyectos del CPEC ya habrán concluido. Este hecho dibuja un nuevo y complejo escenario en las relaciones internacionales, puesto que entre la caballerosidad bélica de Pakistán y la India en sus reivindicaciones sobre el Kashmir, aparecería un tercer actor, China, aunque ya presente desde hace décadas en el tablero también mantiene un pulso económico y político en la región. No se debe interpretar en modo alguno que Pakistán se convierte en apoyo de China puesto que se trata de una alianza de igual a igual, donde ambas potencias se benefician mutuamente. La consolidación de un eje Pakistán – China, junto con la existencia de la alianza entre Estados Unidos y la India, hace que el CPEC no solamente se entienda como una vía económica, sino también política, pues China puede sacar partido estratégico de Gwadar, al consolidarse en su puerto una parte militar, evidenciando que ya no le es necesario rodear la India ni pasar por el estrecho de Malaca si el conflicto del Mar de la China se agrava, puesto que ya tendrá una vía directa desde Kashgar a Gwadar.
Así pues, Pakistán es sin duda un actor a tener en cuenta para aquellos países que deseen aproximarse a China, como también para aquellos que deseen invertir en un mercado en crecimiento. Aunque las ideas preconcebidas sobre el país pueden dibujar una imagen distorsionada del mismo, destacar que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Pakistán, como también sus servicios de Inteligencia, el ISI (Inter-Services Intelligence), colaboran de igual a igual con los servicios de Inteligencia de España, Estados Unidos o Reino Unido. Pakistán está en buenas manos como diríamos coloquialmente, abriéndose una ventana de oportunidades en el campo de la seguridad también, pues el conflicto contra milicias yihadistas en zonas de la TABA, área administrativa tribal, implica a multitud de actores, públicos y privados.
Aunque algunos proyectos del CPEC terminarán a mediados de 2022, Pakistán ya se erige como una potencia a tener en cuenta desde el punto de vista económico, de la Defensa y la seguridad, e incluso como un aliado político estable, en lugar de una India que se tambalea políticamente y económicamente. Las proyecciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) se han visto recortadas debido a la desaceleración económica de la India, por lo que las elecciones de 2019 pueden provocar un cambio radical en las políticas internas y externas del país.
El CPEC, ante esta situación se consolida más como realidad a medio plazo que como un proyecto inacabado, aunque sea para que China pueda alejarse de un subcontinente que sigue sus pasos de cerca, y Pakistán se erija sin complejos como la potencia que es.